اميدوارم سفر خوبي داشته باشم زيرا إز صميمم قلبم و با احترام به ديگران سفر خواهم كرد و اين باعث خواهد شد كه تمامي درها به روي من باز شوند

viernes, 31 de julio de 2015

Ascenso a Siah Kouk


Hola amigos,

Hoy realizaremos la primera jornada de aclimatación. Estaba acordada la diana para las 06:00h, pero no ha sido necesario esperar a que sonara la alarma para abrir los ojos. He pasado prácticamente toda la noche sin dormir.

Sobre las 3 de la madrugada ha caído un vaso metálico de una de las literas superiores y a partir de ese momento, lo que era un silencio absoluto se ha convertido en una "fiesta". Poco a poco han comenzado a hablar todos en voz alta, y a entrar/salir del refugio, de forma que era imposible dormir por el ruido que generaban. Me ha sorprendido mucho esta situación. No cuadra con lo atentos y educados que son ellos. Lo dicho, otra noche casi en blanco.

Por la mañana, cada uno de los montañeros que se iba del refugio nos ha saludado y estrechado la mano. Prácticamente todos ellos han descendido a la ciudad de Roudbarak.


Sobre las 7 de la mañana, después de desayunar galletas, pan, mermeladas, nutella y unos vasos de té, emprendemos el ascenso hasta una cima llamada Siah Kouk, con una altitud de 4254 m. Desde esta cumbre, tenemos enfrente el Takht-e Soleyman, que subiremos mañana, y si miramos hacía el Este, a lo lejos, podemos ver el Damavand con su cumbre nevada.



Cumbre Siah Kouk, con Zaker Naghavi

La subida a esta cima tiene su complicación por la pendiente que hay que salvar, y sobre
todo, porque la totalidad del trayecto es de piedra suelta y tiene su dificultad, especialmente en el descenso. Hemos empleado un total de 6 horas realizar todo el recorrido, ascendiendo unos 500 m. entre el refugio y la cima de esta montaña.

La comida bien. Zaker ha preparado arroz con carne y verdura, y una ensalada de tomate, cebolla y pepino, muy típica en Irán. De postre manzanas y un vaso de leche con Nescafe. Luego a tumbarnos al sol en la enorme terraza del refugio. Se está genial. Cada montañero que llega al refugio saluda dando la mano a todos los que aquí estamos y diciendo "Salam". Enseguida, alguno de los presentes, se encarga de informar al resto que soy de España. Cuando alguien se me acerca ya me encargo de concretar el lugar exacto.

He estado hablando con un iraní, de nombre Nematian, un hombre culto y con edad, me ha sorprendido mucho el conocimiento que tiene de España, de Europa y también de América Latina.

Estando en la terraza, una pareja iraní muy joven me invitan a compartir su comida con ellos. Él se ha acercado al lugar donde yo estaba para realizar la invitación. Le he dicho que ya he comido, insiste un poco y finalmente se va. Tras unos instantes de duda y sintiendo que se lo ha tomado quizá como un desaíre porque no haya quedado claro lo que le he dicho, me levanto para ir donde ellos, que en ese momento estaban iniciando la comida, en el suelo, sobre un improvisado mantel y agradecerles de nuevo la invitación y darles también las gracias en farsi "Mamnoon". Lamento tener que decirlo, pero esto en nuestro país, y en el mundo occidental en general, es impensable.

Sigo sin acceso a Internet y a la telefonía básica para realizar llamadas. Ayer hubo señal unos minutos, pero lo habitual es estar sin ningún tipo de conexión. En ninguno de los dos lugares que estado alojado la WiFi funcionaba correctamente. Supongo que tras mi regreso del Damavand esto quedará resuelto. Curiosamente los teléfonos antiguos tienen señal y pueden hablar con normalidad.

He conocido a un iraní que está aprendiendo español y habla lo suficiente para entendernos. Su nombre es Edwin y resulta que es el hijo de Nematian. Es médico y trabaja en Alemania, en un hospital de la ciudad de Colonia. Hemos estado hablando mucho rato. Me ha dado mucha alegría conocer a Edwin. Él ha hecho de interlocutor con Zaker y con otros montañeros que estaban con nosotros.

Mañana nos acompañará en el ascenso al Takht-e Soleyman. Genial..! Un médico siempre está bien en una montaña :-)  Según la información que tengo, ésta en concreto, es muy difícil de escalar, y requiere de al menos 12-13 horas de trabajo.

Bueno, son las 8 de la tarde. Toca cenar y a la cama. Mañana sonará el despertador a las cuatro. Espero poder dormir esta noche...

Un abrazo



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