اميدوارم سفر خوبي داشته باشم زيرا إز صميمم قلبم و با احترام به ديگران سفر خواهم كرد و اين باعث خواهد شد كه تمامي درها به روي من باز شوند

domingo, 9 de agosto de 2015

Teherán a Isfahán


Kaixo amigos,

Hoy comienza el que será mi tour por Irán. A partir de este momento me tendré que apañar solo. El idioma persa, y sobre todo su escritura, serán sin duda un importante reto, al que habrá que añadir que el inglés es un idioma muy poco extendido. Pero bueno, aquí estoy dispuesto para conocer todo lo que pueda de este magnífico y extenso país, cuya superficie es tres veces España.

Tras liquidar la cuenta del hotel (ésto, porque no me queda más remedio...) sobre las 9,30h pido un taxi para que me lleve a la terminal Sur de autobuses. ¡Sorpresa! Tengo frente a mí al mismo taxista de ayer, Mohammed. En una ciudad del calibre de Teherán esto tiene mucha-mucha tela. Me saluda como si nos conociéramos de toda la vida. Pienso que el destino me ha mandado a este hombre para ayudarme. Allá vamos, camino de la terminal que se encuentra a varios kilómetros.


Jon, Mohammed
Lo del trafico en Teherán es simular a la jungla, donde impera la ley del más fuerte. Aquí el apocado no tiene futuro. Si lo piensas detenidamente es similar a la forma de proceder que te encuentras en los bazares, donde se oferta, se contraoferta, se amaga, se retrocede, o vas de farol... y finalmente se llega -o no- a un acuerdo. En mi opinión la forma de proceder en el tráfico es muy similar. Los chóferes entran con sus vehículos, da lo mismo si les amparan las normas de trafico o no, amagan con meterse delante de ti, se tientan constantemente unos a otros, saben perfectamente cuando su "oferta" puede prosperar y cuando deben frenar sus vehículos en seco porque su oponente les ha ganado la partida. En el fondo, todo es puro comercio. Esto es válido también para los peatones. Cruzar una calle de varios carriles, sin semáforos, requiere de habilidad, decisión y espíritu de supervivencia. Sin estos requisitos permanecerás siempre en el mismo lugar y tu cuerpo se cubrirá de telarañas :-) Pero toda esta anarquía -aparente- funciona. No he visto un solo accidente, ni una sola ambulancia con sus sirenas a todo volumen. Como detalle os diré que acabo de ver a una persona en silla de ruedas por una avenida de dos carriles, y ... ¡en dirección contraria! Me encanta. Aquí todo es posible.

Llegamos a la terminal. Un lugar enorme. En la salida hay unas oficinas de control de tráfico de autobuses, por la que han de pasar necesariamente todos los autocares. Es aquí donde Mohammed me sitúa. Habla con el Controller y me deja digamos "en consigna", a mí y a mis pertenencias. ¡Bien!, si hay que llorar al menos que me oigan... El importe del taxi ha sido 500000 riales (unos 13-14 euros). Nos hacemos una foto y nos despedimos. Mamnoon! Mohammed

Delante de mí, uno detrás de otro, salen autobuses con destino a multitud de ciudades de Irán. Antes de cruzar la barrera al exterior un funcionario entra al autocar, chequea que todo está en orden y examina la documentación correspondiente.

Son las 10:05h ya estoy en el "Otobooss". Apenas 40 minutos desde mí salida del hotel. Infinitamente mejor de lo que había previsto... A medida que el autobús avanza entre calles, el compañero del chófer vocea tratando de conseguir los últimos viajeros. Hay muchos asientos libres en el Bus; media entrada, en términos taurinos. Esto es Oriente amigos. Allá vamos.... Rumbo: Sur

En el Bus las mujeres y los hombres viajan mezclados. No entiendo porque en el Metro es diferente. Supongo que será porque en el autocar cada persona tiene su asiento y en el suburbano no es así.


En el acceso a la autopista, la policía se acerca al autobús y todo el mundo se apresura a ponerse el cinturón. Un oficial entra en el autocar, junto con un equipo de TV. Pronuncia un discurso en farsi de unos 15 minutos sobre temas de seguridad. También entrevistan y graban a los viajeros.

Proseguimos viaje... En mi Mp3 suena "The glamber". A nuestro alrededor grandes llanuras de color verde y marrón, con predominio de este último color, más cuánto avanzamos hacia el Sur. No faltan las obras, conviviendo con algunos cultivos diseminados. La autopista de 3 carriles, sin vallar, con mucha basura en los laterales, sin apenas señales de tráfico, sin vallas publicitarias pero en condiciones suficientes y rotulada en farsi e inglés.

En el Bus, a mi derecha, en el asiento de ventanilla, viaja una niña de unos 6 años que no me quita ojo. Sonríe siempre que la miro. Seguro que piensa que soy un extraterrestre :-), Su padre viaja a mi lado y la madre a su lado.

En el trayecto me cobran el viaje. Una persona sonriente, uniformada, con pantalón azul oscuro, camisa blanca y galones sobre las hombreras, me cobra 130000 riales por el trayecto Teherán-Isfahán (unos 4 euros), que para una distancia de 440 km no está nada mal.

Apenas ha transcurrido una hora de viaje y el paisaje de torna totalmente árido. Todo es de color marrón. No hay un solo árbol hasta donde alcanza la vista. La niña duerme...

Acabamos de dejar la terminal de autobuses de la ciudad de Qom, han transcurrido 2 horas y hacemos una parada de unos minutos para descansar. Hassan, el padre de la niña y yo vamos a comprar algo de comer y beber a un puesto cercano. Le ofrezco lo que yo he comprado y él me ofrece lo que ha comprado para su familia. Compartimos. Habremos recorrido unos 130 kilómetros.

Retomamos el camino... Observo a mis compañeros de viaje y como entretenimiento trato de averiguar sus vidas. En la familia que me acompaña, el padre, Hassan, es un hombre de unos 40 años mal llevados, seguramente por la vida que le ha tocado en suerte. Simpático y amable. No me lo imagino vendiendo nada, pero sí como profesional en alguno de los innumerables oficios que puedes tener en este país. Es evidente que adora a su hija, a quien no deja de sonreír. Ella, su mujer, envuelta en su chador negro es más sería, no la he visto esbozar una sonrisa en ningún momento. Creo que es muy inteligente y también consumidora de libros. Reflexiva y también resignada, quizá por lo que ha leído en esos libros, en lo que ha podido descubrir otros mundos diferentes al suyo, y que nunca podrá ver. La niña es la alegría misma, ni más ni menos. A unos km de Qom baja toda la familia. Se despiden. La niña sonríe...

Paramos de nuevo en un área de descanso con servicios de restaurante. Se acerca un hombre y en farsi me dice que debo pagar el billete. Le respondo que ya lo he hecho, pero me insiste en que debo pagar. Otros 50000 riales. La cosa está más que clara. Se paga por tramos. Como el resto, bajo también del autobús y me acerco al restaurante a ojear un poco. El chofer del autobús me invita a un refresco de naranja. Mamnon! Aquí conozco a Amir, un chico iraní de apenas 20 años. Hablamos un rato del Damavand, de Irán y de España. Se sorprende un poco de que viaje solo. Son las 13 horas. Si seguimos así, de noche creo yo que voy a llegar... ;-)


Sobre las 16:00 horas hacemos una parada fisiológica. La "toilette", un container con dos puertas, una para cada sexo. El de hombres cerrado, pero hay postes para todos... Al bajar descubro algo insólito. En la bodega de carga viaja un hombre tumbado en una cama improvisada, en sentido transversal al autobús. Tiene piernas ortopédicas y el chofer le ayuda a ponerse en pie.

Llegamos a la estación de Autobuses de Isfahán. Nada más bajar, y de la mano del chofer, se acerca un taxista ofreciéndose para trasladarme al hotel. Me pide 500000 riales por la carrera. Le digo que no hay trato. Ya tenía prevista está situación y también calculada en mi cabeza la distancia a recorrer. Le ofrezco un 60% menos; es decir, 200000 riales. Hablan entre ellos. Pienso: Ya es mío, en caso contrario se habría plantado. Me contraoferta en 300000 riales. Miro mis tres mochilas y valoro también el calor que hace, pero creo que aún hay margen... Le ofrezco 250000 riales (unos 7 euros) Acepta. ¡Hay trato!

El viaje hasta el hotel Venus un poco agobiante por el tráfico y por la elevada temperatura, varios grados superior a la de Teherán. En el hotel me recibe Hamed. Dejo todo mí equipaje y me voy caminando hasta la plaza Meydan-e Naghsh-e-Jahan, distante unos 2 kilómetros. Puedo asegurar que me ha costado lo mío llegar a mi destino, pero aquí estoy. Lo he logrado. Por fin doy con Nomad Carpet Shop (lugar donde está inspirado el libro de título "La cueva de Ali Baba", de Ana María Briongos), tienda histórica de venta de alfombras ubicada junto a la plaza y conozco a Joshein Peyghambari, dueño de esta emblemática tienda. Joshein es un hombre muy agradable, simpático y atento. Habla español y conoce España. Hablamos un largo rato. Le pido dejar prácticamente todo mi equipaje en su casa, a lo que accede encantado. Para mi tour por Irán no necesito mas allá de cuatro cosas y esto me permitirá moverme por el país sin dificultad. Gracias Joshein. Mamnoon!

Escribo esto sentado en uno de los laterales de la plaza y, a los que leáis este blog os digo, que es un lugar con mucha magia, maravillosa. Multitud de personas sentadas en la hierba, en corrillos, comiendo o tomando té, hablando, oyendo música, jugando..., junto a jardines muy bien cuidados. Las calesas tiradas por magníficos caballos al trote, paseando a la gente, al son del tintineo que producen los adornos cosidos a los correajes. Aprenderé todo lo que pueda sobre esta plaza. ¡Me encanta este sitio!

Con el permiso de Toni Vives y editorial Laertes, copio aquí un trozo de la descripción que de ésta plaza hace en su libro "Irán", ya que la define perfectamente.


Esta plaza, situada en el centro de Isfahán, esta incluida desde 1979 entre los Bienes Patrimonio de la Humanidad. Con sus 510 m. de largo y 165 m. de ancho es una de las plazas mas grandes del mundo. Fue construida por orden del Shah Abbas I en el año 1612 y se encuentra totalmente urbanizada y ajardinada. La armonía del conjunto viene marcada por una fachada corrida de dos pisos de altura, la planta baja esta formada por cientos de puertas idénticas, todas rematadas por el arco persa. La plata superior, de las mismas dimensiones, sigue el diseño de la planta inferior, aunque en esta planta se sustituyen las puertas por balcones, igualmente rematados por el arco persa.

Actualmente esta plaza concentra la mayor cantidad de tiendas de artesanía de Irán. Aquí podemos encontrar negocios de anticuarios, esmaltado, alfombras, numismática, tapices, miniaturas..., y un largo etc.

Embelleciendo aún más si cabe la plaza, y formado parte de la misma, tenemos el Palacio de Ali Qapu, la Mezquita Lotfollah y Masjed Jame Abbasi


Junto a mí hay un corro de unas doce mujeres de diferentes edades, comiendo fruta y bebiendo té. Todas hablando y riendo, vestidas con su chador. Me quedo mirándolas como un bobo, se dan cuenta y una de ellas se da la vuelta y me sonríe. Me quedo cortado y dejo de mirarlas. Todas se ríen. Al rato mandan a la más joven, apenas una niña de 10-11 años, guapísima, con su chador y portando una bandeja de pastas, que me ofrece. A mí izquierda todas las demás mirando a ver lo que hago. Cojo una y levantándola en alto les doy las gracias en farsi. Las pastas se llaman "Kokona" y están hechas con coco. Ricas-ricas... Un minuto más tarde se acerca otra con una taza de té, y al rato otra, la más mayor (ya abuela-abuela...) ofreciéndome otra clase de pastas, hechas con miel, pero que no he sido capaz de quedarme con el nombre.



Finalmente me uno a su grupo y nos hacemos unas fotografías. Me despiden afectuosamente a la vez que me dan dos manzanas para el camino. Muy majas, la verdad.


Joshein, Jon, Joseph
Esta cayendo la noche y debo llevar mi equipaje a la tienda de Joseph, dueño de la tienda Joseph Carpet, e hijo de Joshein, muy próxima al hotel Venus. En la tienda me reciben con afecto el propio Joshein, su hijo y otras dos personas mas, empleados suyos. Hablamos un rato y nos hacemos unas fotografías. Dejo aquí la mayor parte del equipaje hasta el próximo 20 de Agosto. Para mí esto es una autentica liberación. Quedamos para comer o cenar a mí regreso a Isfahán, tras el tour por Irán.
¡Mamnoon!
Mandaré la fotografía a Ana María Briongos, a quien desde aquí vuelvo dar las gracias por su ayuda.

Cena liviana en el self service del hotel y a dormir.

Un abrazo


1 comentario:

  1. José Jon, me lo he leído todo de un tirón y me dejas pasmado. Creo que no conozco a nadie como tu, tu voluntad de lucha es impresionante. Cuando nos jubilemos me tienes que dará clases de supervivencia. Nos vemos en septiembre. Adelante y una abrazo muy fuerte

    ResponderEliminar